Tiburón anguila: lo que pocos saben de esta especie

En este artículo conoceremos de cerca al Tiburón anguila. Uno de los seres marinos más impresionantes. Llamado “fósil viviente”, por ser la especie de escualos más antigua que ha podido sobrevivir.

Escurridizo y tímido, pocas veces captado por la vista de los hombres, aunque se cree ha inspirado las historias de los dragones.

El tiburón anguila, también conocido como tiburón de gorgera o clámide, tiene el nombre científico de Chlamydoselachus anguineus. Se trata de una de las dos especies vivientes de escualos que integran la familia Chlamydoselachidae. Tienen una amplia distribución, aunque irregular, en los océanos Pacífico y Atlántico.

En años recientes se descubrió que la población de Chlamydoselachus, de aguas del sur del continente africano, específicamente en Angola, Namibia y Suráfrica, se encontraba realmente compuesta por una especie distinta, bautizada en 2009 como “Chlamydoselachus africana” o “tiburón anguila africano”.

Pero continuando con el Chlamydoselachus anguineus, tenemos que este es un pez muy poco común, que habita la plataforma continental exterior, así como la parte superior del talud continental, generalmente cerca del fondo marino. No obstante hay evidencias de avistamientos en menores profundidades.

Un ejemplar fue capturado a una profundidad de 1.570 metros, aunque que en la bahía japonesa de Suruga, es más usual encontrarlo en profundidades de 50 y 200 metros.

Características del tiburón anguila

A este escualo lo identifican varias características primitivas, por lo que es a menudo llamado “fósil viviente”. Puede alcanzar una talla de 4 m de largo. Es marrón oscuro, con cuerpo algo aplanado como una anguila con sus aletas dorsales, pélvicas y anal dispuestas muy atrás.

El nombre “anguineus” de la especie, proviene del latín serpiente, que refleja parte de su extravagante apariencia. Su cabeza es parecida a la de un lagarto y tiene un hocico romo, con una gran boca armada con varias filas de dientes que terminan en tres puntas.

Dientes

A pesar de que sus dientes son algo pequeños, cuenta cerca de 300 que equivalen a casi mil afilados anzuelos para atrapar presas luchadoras.

La mayoría de los escualos no mastican lo que comen, por el contrario, se lo tragan todo en grandes trozos. Por eso sus dientes están dispuestos en filas, y cuando un diente de tiburón se daña o se cae, es reemplazado por otro.

Los tiburones pueden contar con hasta 3.000 dientes a lo largo de su vida. La mayoría de ellos tienen cinco filas de dientes en todo momento dentro de su hocico, donde la fila del frente es la más grande y realiza la mayor parte del trabajo.

Volantes o flecos

También se le llama tiburón con volante, nombre que deriva de la aparición de volantes o flecos de las hendiduras de las branquias, de los cuales se cuentan 6 pares en la unión del primer par a través de la garganta.

Alimentación

Basan su dieta principalmente de cefalópodos, que combinan con peces óseos además de otros tiburones.

Aunque muy rara vez observado en su actividad de caza, se sabe que el tiburón anguila atrapa sus presas doblando su cuerpo y abalanzándose hacia adelante como las serpientes.

Para esto, cuenta con unas mandíbulas largas, sumamente flexibles, capaces de engullir grandes presas, mientras que el número de hileras de dientes pequeños como agujas, impiden que sus víctimas se fuguen.

Reproducción

Se trata de una especie vivípara aplacental, lo que significa que los embriones salen de las cápsulas de los huevos aun dentro del útero de la madre, donde se alojan largo tiempo principalmente por la yema de huevo. Por esta razón el período de gestación puede demorar hasta tres años y medio, siendo el más largo de todos los vertebrados.

Pueden nacer entre 2 y 15 crías, sin tener una época de reproducción específica. En algunas ocasiones son capturados por pesqueros comerciales, aunque no tienen mucho valor monetario.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, lo ha catalogado como “especie bajo preocupación menor”, toda vez que su tasa de reproducción es muy baja, incluso las capturas accidentales amenazan con diezmar su población.

Rango

Como ya hemos dicho, existen poblaciones de esta especie en las plataformas continentales exteriores, así como en los taludes continentales superiores en Noruega, al norte de Escocia y el oeste de Irlanda. Además en una zona que se extiende desde el sur hasta el norte de Namibia.

Otras poblaciones se ubican en el Pacífico oriental, frente al sur de California y hacia el norte de Chile, en el Pacífico oeste. Igualmente las hay en el sureste de Japón, al este de Australia y Nueva Zelanda. Así mismo se estima que existen en el Océano Índico occidental hacia Sudáfrica.

Amenazas del tiburón anguila

A pesar de que este tiburón no es una especie atractiva para la pesca, algunos ejemplares son capturados regularmente de manera accidentalmente en algunas localidades con técnicas de pesca de fondo y redes de arrastre, palangres y redes de enmalle.

Cuando se detecta incidentalmente, la carne es usada para consumo humano, para harina de pescado o simplemente se desecha. Pero como se conoce muy poco sobre el tamaño de la población mundial de esta especie, no queda claro el efecto que puede tener su captura.

No obstante, dada la escasez aparente de esta especie, así como el largo período de gestación y su baja tasa de reproducción, incluso pequeñas pérdidas podrían generar graves consecuencias para la supervivencia de este animal.

Pero la principal amenaza de esta especie es que al ser un “fósil viviente” y, en consecuencia no haber evolucionado a lo largo de los siglos, cada vez lo tiene mayores inconvenientes para sobrevivir, siendo muy vulnerable a las variaciones de temperatura y condiciones de su hábitat.

Esta especie de tiburón clasifica como “Casi Amenazado” en la Lista Roja de la UICN.

Conservación del tiburón anguila

En la actualidad no se cuenta con medidas de conservación conocidas específicamente para el tiburón anguila. No obstante un bajo número de estados miembros de la ONU, han desarrollado o están desarrollando planes de manejo de escualos en las pesquerías comerciales, para determinar si emplean la pesca en aguas profundas.

Orígenes del tiburón anguila

El tiburón anguila desciende de uno de los linajes de tiburón más antiguos, que se remonta al menos al Cretácico Superior, período que se extendió desde los 100 hasta 66 millones de años atrás.

Pero puede llegar incluso al Jurásico Tardío, de hace alrededor de 150 millones de años. Lo que quiere decir, que aún estaba vivo cuando hace 65 millones de años un meteorito se estrelló contra nuestro planeta, extinguiendo a los dinosaurios y a otras muchas formas de vida.

Evidencias de su existencia

Muestras de la especie

Como es normal que las personas muestren gran incredulidad ante animales de características tan únicas, no está demás brindar algunas evidencias de la existencia de éstos. En el Acuario de San Sebastián (España), se muestra un espécimen conservado en alcohol.

Se trata de una hembra de la especie, con 1,86 metros de largo. Fue capturada en diciembre de 1925 a 13 millas del puerto de San Sebastián. Desde ese momento se ha mostrado en el Palacio del Mar de dicha ciudad española.

El extraño descubrimiento de un tiburón anguila en Japón

Otro caso se remonta al 23 de enero del 2007, en Japón, cuando trabajadores de una reserva marina de ese país lograron filmar a una extraña especie de escualo que habita en las profundidades del mar.

El mismo está considerado como un “fósil viviente” por su poca evolución desde tiempos de la prehistoria. El pez, de poco más de metro y medio, murió al poco tiempo de ser atrapado.

El espécimen es conocido como “frilled shark”, tiburón con volante, y es muy poco usual verlo pues habita entre los 600 y 1.000 m de profundidad.

No obstante, un pescador japonés dio la alerta a los trabajadores de un parque acuático en Shizuoka, al sur de la nación nipona, de haber avistado lo que describió como una “criatura de aspecto primitivo”, con forma de anguila y poseedor de una enorme dentadura.

Los trabajadores de parque se pusieron en marcha logrando capturar al escualo, que medía 1,6 m, al que identificaron como una hembra de la especie en cuestión. Pero lo más revelador, es que lograron grabar un vídeo en el que se aprecia con claridad al raro tiburón en movimiento.

Pero lamentablemente, al animal parecía debilitado y desorientado, muriendo pocas horas luego de ser atrapado. Sobre el particular, uno de los responsables del parque acuático sugirió que el escualo podo haber estar enfermo y por eso habría sido encontrado a escasa profundidad, o que por el contrario, la propia enfermedad se originara por su ubicación fuera del rango habitual del pez.

Esta fue apenas la segunda vez en una década que un tiburón a anguila es localizado en la costa nipona, aunque de momento la única en que ha sido atrapado con vida.

Esto permitirá a los científicos comprender un poco más a esta reliquia oceánica. Se informó que el tiburón fue congelado a la espera de una investigación científica y su posterior disecado para su exposición.

Historias: Conoce al aterrador tiburón anguila prehistórico que encontraron en Australia

Los tiburones ya de por sí son aterradores. Pero imaginemos uno que está en el planeta desde hace 80 millones de años y que cuenta con dientes que espantarían al más valiente. Estos escualos no son los más comunes en mar abierto, pero es claro que aun recorren los océanos.

Quizás por esta razón, cuando un pescador de australiano se topó con este aterrador tiburón anguila en sus redes, casi sufre un infarto.

Resulta que la mayoría de los parientes cercanos de este escualo se extinguieron hace ya mucho tiempo, aunque su curiosa composición nos indica sus orígenes prehistóricos.

La totalidad de los estudios realizados a estos animales, confirmaron que rondan los océanos desde hace millones de años.

Relata el pescador que se sorprendió tanto, especialmente por la espectral cabeza con dientes puntiagudos, así como por su cuerpo parecido al de una anguila, que en este caso midió 1,5 metros de longitud.

Lo más relevante es que para el momento, no se pueden encontrar muchas personas con vida que hayan atrapado uno, por lo que resultó una noticia de alcance mundial.

También encontrar un tiburón de esta especie a poca profundidad, fue una casualidad para el pescador. El hombre asegura que tiene esta profesión desde hace 30 años, y asegura que jamás había visto nada parecido.

Tal hallazgo posiblemente sea una manera de conocer mejor a esta especie, aunque el “fósil vivo”, como también se le llama, todavía está lejos de revelar todos sus secretos.

Tiburones prehistóricos

A los intranquilos mares el Jurásico, llegó el amanecer de un nuevo episodio en la vida del tiburón prehistórico. Fue una época de gran actividad volcánica y tectónica que hizo estremecer los cimientos de Pangea, nombre con que se conoció al mayor continente que haya existido en la Tierra.

Pero las fuerzas no eran solo destructivas, también crearon nuevas posibilidades. Así, mientras la gran masa de tierra se separaba, las mismas divisiones eran llenadas con agua formando nuevos mares. Mares sin mucha profundidad, con abundante luz solar y mucha vida.

Durante millones de años los continentes continuaron dividiéndose y separándose unos de otros. Los mares se convirtieron en océanos que con el tiempo fueron pareciéndose a los actuales. Y de la misma manera como se modernizaba el mundo, también lo hacían los tiburones prehistóricos y los Ictiosaurios.

En el Jurásico aparecieron los antepasados de las actuales especies de tiburones. Ya para esa remota época, existía el tiburón anguila, nuestro “fósil viviente”.

¿Por qué desaparecieron los demás tiburones prehistóricos?

Para conocer la respuesta, imaginemos en cómo funciona la evolución. Seres que viven en el mismo ambiente compiten por comida, refugio y compañeros sexuales. Aquellos que son más exitosos triunfan.

Esto significa reproducirse para poder traspasar sus genes a la próxima generación. Los que no pudieron, como la mayoría de los escualos prehistóricos, sucumbieron ante las exigencias de los nuevos tiempos. Es así como se puede inferir, que nuestro amigo, el asombroso tiburón anguila, es un verdadero sobreviviente del jurásico y de los avatares de los tiempos.

Evolución del tiburón

Los tiburones han estado en nuestro planeta por alrededor de 450 millones de años, aunque los escualos modernos evolucionaron hace unos 100 millones de años.

Durante ese período de tiempo han evolucionado y desarrollado en una gran variedad de formas, transformando el medio ambiente donde viven en uno que trabaja para ellos. La manera en que los conocemos actualmente es el resultado de la evolución que se originó alrededor de 100 millones de años atrás.

Pero es evidente que no todos los escualos que una vez poblaron el planeta viven hoy. Hay registros de fósiles que señalan que al menos la mitad de dichas especies han dejado de existir. Se estima en algo más de 500 las especies de tiburones que han evolucionado hasta nuestros días.

No obstante, al igual que muchos otros animales, la mayoría de ellos ya no viven y jamás volveremos a verlos en la Tierra.

Adaptación evolutiva de los tiburones

Los escualos en sus formas tempranas eran bastante pequeños. Hay evidencias que sugieren que se parecían más a los peces antes de evolucionar a los que hoy conocemos. Muchos de ellos eran similares a las anguilas (tal como nuestro tiburón anguila, que su forma ha permanecido invariable en el tiempo).

No poseían un cerebro tan grande como los actuales. Se sabe que más de 2/3 del tamaño del cerebro de un tiburón de hoy día es usado para los sentidos, especialmente para su capacidad para oler. Esta se trata de una de las áreas donde los escualos se han sido notablemente capaces de evolucionar, convirtiéndose en una especie más inteligente.

Pero sus dientes también eran muy distintos a los de la actualidad. En lugar de ser muy fuertes y sólidos, eran de textura suave. Aunque estos primeros ancestros definitivamente ya contaban con las filas de dientes sustituibles como los de hoy día.

Este detalle podría señalar que los antepasados de los escualos se alimentaban de plantas, pero que algo habría sucedido e hizo imposible la vida vegetal por cierto tiempo, y de esta manera, con la finalidad de sobrevivir, empezaron a consumir otros seres vivos, dando paso a su evolución.

Otro aspecto del pasado remoto de estos animales, es que probablemente no nadaban tan adentro en el océano como lo hacen ahora. Esto se infiere por la forma y tamaño de sus aletas. Se cree posible que hayan tenido que evolucionar de esta forma para viajar largas distancias en busca de alimento.

Características invariables a través de la evolución

Pero aún hay muchos aspectos de los tiburones que no han cambiado y que vale la pena destacar. Por ejemplo, mantienen el mismo diseño en lo que respecta a la estructura, tanto dentro como fuera de su cuerpo en lo que respecta a su protección y movilidad. Esto no ha evolucionado.

También permanecen invariables las ranuras para sus branquias, lo que les permite respirar dentro del agua.

El hecho de que podamos encontrar tiburones en mares, y hasta en algunos ríos de todo el planeta, nos habla de su capacidad evolutiva. Y que distintas especies fueron capaces de adaptarse tanto al agua dulce como salada.

Así mismo son capaces de sobrevivir en a diferentes temperaturas. Todo esto resulta muy sorprendente para los investigadores. Aun así, hay muchas interrogantes sobre la evolución de los tiburones, de las que no conocemos las respuestas, por ahora.

Una preocupación que tienen muchos científicos, es si los tiburones serán capaces de continuar con éxito su evolución. Esto obedece a su temor de que los humanos hemos asumido excesivo control, previendo que los escualos tendrían dificultades para seguir evolucionando y sobrevivir.

Esto explicaría la razón por las que numerosas especies actuales están en peligro de extinción.

No obstante sólo el tiempo dirá si los tiburones son capaces de continuar exitosamente sus habilidades de supervivencia y seguir evolucionando.

Tiburón anguila sudafricano

El tiburón anguila sudafricano, de nombre científico Chlamydoselachus africana, se trata de una especie de tiburón de la familia Chlamydoselachidae, que apenas se ha descrito en el año 2009.

Esta nueva especie se encuentra en aguas profundas frente al sur de Angola y Namibia. Esta difícil de distinguir de su primo más cercano, tiburón anguila, aunque es más de su propio género.

Aparenta ser un organismo que se ha especializado como depredador de tiburones más chicos, de mandíbulas flexibles y numerosos dientes con forma de aguja y recurvados que le sirven para capturar y tragar a sus presas enteras.

Su reproducción es ovovivípara, tal como el otro miembro de su familia.

El tiburón anguila sudafricano habita en Angola, así como al sur de Namibia y en Sudáfrica, a una profundidad que oscila entre 1330 y 1445 m.

Descripción

El tiburón anguila sudafricano es muy parecido al tiburón anguila, con un largo cuerpo, similar a una serpiente, con cabeza ancha y aplanada. Tiene ojos grandes y redondeados. Su boca grande se ubica en fase terminal en un hocico romo, que cuenta con alrededor de 30 filas de dientes en la mandíbula superior, mientras que posee 27 filas de dientes en la mandíbula inferior.

Por su parte cada diente tiene tres delgadas y lisas cúspides recurvadas, con pequeñas cúspides entre ellos, contando además con una base que se entrelaza con el diente detrás de él.

Cuenta con seis pares de hendiduras branquiales. Sus las aletas pectorales son anchas y redondeadas, dispuestas detrás de la sexta branquia. Las aletas pélvicas y la aleta anal son de gran tamaño. La aleta dorsal está en el cuerpo encima de la aleta anal. La aleta caudal es baja y algo triangular, sin lóbulo inferior.

Biología y ecología

Según el contenido de su estómago, el tiburón anguila sur de África parece alimentarse principalmente de pequeños tiburones, como el pintarroja Africano cola de sierra, de nombre científico Galeus polli.

Igual a sus primos, sus mandíbulas así como la cavidad bucal y el abdomen son muy flexibles, de lo que se infiere que este escualo es capaz de capturar y tragar presas grandes enteras, con sus filas de dientes en forma de aguja y recurvados que impedirían que sus presas escapen.

En un ejemplar de 92 cm de longitud, se encontró que ha ingerido un pintarroja fantasma (Apristurus manis) con unas dimensiones que alcanzaban el 40% de la longitud de su cuerpo. Aunque las hembras adultas se desconocen, se sabe que el tiburón anguila africano es vivíparo placental, como lo es su primo el tiburón anguila.

Por lo visto hasta ahora, se sabe que los machos alcanzan la madurez sexual a los 92 cm de longitud.

Historias y mitos

Ya en los albores de los tiempos, los marinos que surcaban los rincones más inhóspitos del planeta, contaban relatos de criaturas terroríficas que habitaban en los fondos de los mares.

Muchas de estas historias tenían que ver con dragones marinos. Y detallando la forma de estos tiburones anguila, se puede concluir y muy probablemente habrían sido esto animales los que inspirarían los mitos que, incluso hoy escuchamos.

Los dragones y el tiburón anguila

Por las características de nuestros escualos, parecidas a algunas de los míticos dragones, consideramos pertinente revisar un poco la literatura, haciendo un acercamiento entre las dos figuras. Luego dejamos a nuestros lectores hacer las conclusiones sobre el particular.
Lo primero que debemos recordar es que la palabra “dragón” tiene su origen del latín “draco”, y esta a su vez del griego δράκων, drákon, “serpiente”.

Se trata de un ser mitológico que aparece de diferentes formas en variadas culturas de todo el mundo, asociados a distintos simbolismos.

Existen dos tradiciones principales sobre los dragones: la europea, derivada de la mitología griega y del Oriente Próximo, y los dragones asiáticos, de origen chino, aunque conocidos también en Japón, Corea y otros países orientales. Aunque se estima que ambas tradiciones surgieron de forma independiente, en su desarrollo se habrían nutrido mutuamente.

La palabra DRAGÓN aparece también en la tradición cristiana. El Apocalipsis se refiere a Satanás como el GRAN DRAGÓN, la serpiente antigua.

Incluso, también es posible que la deidad mesoamericana “QUETZALCÓATL”, traducido como “serpiente emplumada”, se una referencia a un dragón de “tipo oriental”, según se aprecia en algunas de sus representaciones tanto en códices como en pirámides.

Como ya se ha dicho, la palabra dragón deriva del griego drákōn, “serpiente, dragón”, y es de la familia del verbo δέρκομαι, que quiere decir “mirar fijamente”, que se puede aplicar tanto a la mirada de las serpientes, como a las águilas, la Gorgona y los guerreros. En todo caso, se considera que en su origen el término hace referencia al poder extraordinario e hipnótico de la mirada de la serpiente.

No obstante aplicada en un principio a serpientes reales, luego se usó igualmente para referirse a aquellas dotadas de cualidades imaginarias, como enorme tamaño, capacidad de arrojar fuego por la boca y un largo etcétera, que aparecen y dan motivación a cuentos, leyendas y mitos. ¿Será este el caso de nuestro tiburón anguila?

Características de los dragones

La imagen y figura del dragón varían según las culturas que lo han representado. En el caso de la cultura occidental, se ha imaginado a estos seres como reptiles gigantes y alados, inspirados en serpientes y otros reptiles, tales como los cocodrilos. Pero agregan a estas criaturas rasgos de otros reinos animales, como alas y cuernos, o cualidades fantásticas, como el conocido aliento de fuego.

Por el otro lado, los dragones orientales presentan igualmente apariencia serpentina, aunque combinada con características de otros animales, pero casi nunca tienen alas.

Adblock
detector