Cultivo de algas, microalgas, macroalgas y mucho mas.

El Cultivo de algas o alguicultura es una forma de acuicultura, que se encarga del cultivo de especies de Algas marinas. La mayoría de estos cultivos son de microalgas, como los fitoplancton y las micrófitas.  

Por otra parte, las macroalgas son difíciles de cultivar, sobre todo por su gran tamaño. De aquí que se prefiera la cosecha directamente del océano.

Cultivo de algas: Microalgas

Se le llaman microalgas a los organismos que forman el fitoplancton. Estos abarcan desde los autótrofos, hasta microflagelados y micro ciliados.

Estas especies aportan un alto contenido nutricional para peces, crustáceos y moluscos. Además de ofrecer facilidad en el manejo de sistemas de cultivos en el laboratorio y en producción de productos a gran escala.

En muchos casos, el objetivo de cultivar microalgas es primeramente la obtención de especies en un ambiente controlado. Ampliar la población de estas algas con fines comerciales,  industriales y ecológicos. También para investigar sus características, formas de vida y conocer sobre las condiciones óptimas de crecimiento.

Son muchas las razones por las cuales en laboratorios de todo el mundo están investigando sobre las algas. Ellas, están siendo consideradas como un posible potencial de gran valor. Sobre todo en el área comercial, industrial, tecnológico y farmacéutica. Y conocer más sobre los beneficios que ofrecen estas especies en pro del hombre y el planeta.

Cultivo de algas en laboratorios

Los cultivos de algas en laboratorios, cumplen con una función específica. Generalmente, está relacionada con la de conocer e investigar todo lo referente a una sola especie. En este sentido, las ventajas que ofrece son las de estudiarla en un medio aislado.

Los experimentos en laboratorios, van a permitir un mayor conocimiento sobre las condiciones óptimas de cultivos a gran escala para usos comerciales y tecnológicos. Sobre todo, maximizar el crecimiento de la población de las algas estudiadas. Explorar las complejas relaciones entre ellas y el medio ambiente ideal para su reproducción.

Esto es, temperatura, PH, intensidad de luz, velocidad de aireación y concentración de nutrientes. Condiciones estas que van hacer que los cultivos a gran escala, tengan todos los recursos necesarios para su emprendimiento sin que se generen pérdidas importantes.

Los modelos de crecimiento en laboratorio, son una herramienta de planificación que va a permitir diseñar y operar de forma óptima los fotobiorreactores o cultivos masivos de algas.

Cultivo masivo: fotobiorreactores

Los fotobiorreactores, son dispositivos con gran capacidad de contención. Estos tienen la finalidad de producir el crecimiento masivo de una microalga. Estos dispositivos se usan para producir biomasa microalgal en cantidades del orden de kilos al día o de toneladas al año.

Los fotobiorreactores están diseñados para una microalga en concreto. Incluso para una aplicación específica (ejemplo, producción de astaxantina), lo que no quiere decir que no puedan usarse para varias especies. A diferencia de los cultivos en laboratorio, su objetivo no es obtener datos de crecimiento. Si no que se usan los modelos de crecimiento obtenidos en laboratorio para diseñarlos.

Cultivo de algas: Macroalgas

Muchas de las numerosas especies de grandes algas marinas son de un alto valor nutritivo. Solo en países orientales está permitido en su dieta diaria. Para el resto del mundo, encuentran un mayor uso como alimento para animales, fertilizantes,  aditivos alimenticios. Y sobre todo,  en varios procesos industriales. Aunque las algas marinas, se cosechan por todo el mundo, su cultivo está limitado al oriente y alcanza su grado máximo de sofisticación en Japón y China.

Métodos de cultivo 

Existen algunos métodos de cultivo de macroalgas que son los más empleados desde tiempos remotos. En la mayoría estos son empleados para la reproducción de Algas rojas o Rhodophytas, que tiene un gran valor comercial e industrial.

Método de Cultivo de algas en balsa

Balsa de canasta

Consiste en cinco o más canastas de bambú cilíndricas de 1 metro de largo y 17cm de diámetro, atadas entre sí con una línea.

Cada canasta contiene un cilindro poroso de barro fuertemente tamponado que contiene 1,5 kg de fertilizante. Sobre todo, poseen una abertura en el lado superior de la canasta que facilita la remoción del cilindro fertilizante. Este cilindro  debe ser llenado mensualmente.

Se ata una cuerda a cada lado de la canasta y las esporófitas juveniles se adhieren insertando el extremo basal del estípite, entre los hilos de la cuerda.

Conforme el fertilizante líquido se filtra del cilindro, los nutrientes son absorbidos por las esporófitas.

La Balsa de Tubo de una Línea

Está construida atando tubos de hule o bambú extremo con extremo. Esto es,  para formar una sola línea de unos 60 m de largo. Cada 6 metros a lo largo de la balsa se suspende una jarra de barro poroso de 2,8 lt. La cual contiene fertilizante, a una profundidad de 1,3 metros.

Las esporofitas juveniles adheridas a las cuerdas, se adhieren similarmente a intervalos de unos 50 cm.

La distancia entre las plantas en una cuerda varía entre 1,7 a 3,0 cm.  Y la longitud de estas puede ser de 1 a 3 metros.

Estas balsas son colocadas cada 3 ó 4 metros de distancia entre ellas.

La Balsa de Tubo de dos Líneas

Es una estructura en forma de escalera compuesta de tubos de bambú de 1 m de largo. Los cuales, están atados a través de dos cuerdas de 12 a 15 metros de intervalos de 1 metro.

Los tubos están colocados en grupos de tres, con un cilindro poroso de barro con fertilizantes de 2,8 lt. Y suspendido de la mitad del tubo de cada grupo.

Las cuerdas con esporófitas juveniles se adhieren a los tubos. De la misma manera descrita para los otros tipos de balsa. Se pueden atar hasta cuatro balsas de tubo de dos líneas cada 5 metros.

Método de cultivo básico en el fondo

Se utiliza solo en áreas poco profundas en la marea baja. La idea es permitir el uso de las balsas flotantes, que se llama “vaciado de piedras”. Y consiste en colocar grandes piedras que tienen  16 kg de peso en el agua. Lo que proporciona una superficie de adherencia para las zoosporas producidas naturalmente.

Las piedras son colocadas en filas cada 2 metros. Y separadas entre sí cada 20 centímetros; dando como resultado densidades de 3800 a 4800 piedras por hectárea.

Donde el fondo es suave, pueden sustituirse las piedras por canastas redondas hechas de bambú o de ramas de sauce. Aquí, las esporas pueden adherirse a las canastas antes de que se coloquen en el mar, o pueden adherirse esporofitas con soros.

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