cangrejo araña japonés: Todo lo que debes saber de este gigante

Cuando una persona contempla el cangrejo araña japonés, se da cuenta que la realidad supera la ficción; y si usted es de las personas que sufren de aracnofobia, este animal puede ser parte de sus peores pesadillas.

Este anima recibe el nombre de cangrejo araña japonés, por su gran parecido con el cuerpo de una araña, con la pequeña diferencia, que su cuerpo puede alcanzar treinta y siete (37) centímetros, pero sus enormes patas le dan una envergadura total de tres metros con setenta centímetros (3,70), y alcanzan los veinte kilogramos de peso.

Características de cangrejo araña japonés

Macrocheira kaempferi es su nombre científico, pero le suelen llamar comúnmente cangrejo araña japonés; y es el artrópodo vivo más grande del mundo, por lo que es un invertebrado que tiene el cuerpo cubierto por un exoesqueleto formado por una serie lineal de segmentos ostensibles.

El cangrejo araña japonés es ciego, pero eso no es ningún tipo de problema para este animal, ya que tiene un potente oído altamente desarrollado, y unos pequeños pelos con los que puede captar ondas de sonidos del océano, sin necesidad de usar su oído.

Esta es una especie de crustáceo decápodo, que pertenece al grupo de los cangrejos araña por lo que se caracteriza al igual que el resto de sus familiares, por tener una caparazón triangular y largas patas.

Suele habitar en las profundidades de las aguas frías que rodean a Japón, en cuevas que están entre los cincuenta (50) y seiscientos (600) metros, por lo que verlo y capturarlo es se hace una ardua tarea; sin embargo, como el cangrejo araña japonés es uno de los productos culinarios más exclusivos de Asia, son capaces de ir hasta el mismo fondo del mar en su búsqueda.

Muchas veces ha sido catalogado como centollo asiático, pero este no es un centollo, porque pertenece a la familia majidae.

Las patas del cangrejo araña japonés pueden llegar a medir más de dos metros de largo, siendo las que contienen las pinzas las más largas que posee; en general, aunado a su cuerpo de forma triangular, este animal puede alcanzar una envergadura total de cuatro (4) metros de diámetro, y unos veinte kilogramos de peso.

Según los científicos, sus pinzas pueden ser más poderosas que la mandíbula de un cocodrilo, además que inyecta una dosis de anticoagualante, que emplea para la defensa frente a sus depredadores, esta combinación de pinzas hacen del cangrejo araña japonés, un arma letal, de la que son pocas las presas que han podido escapar.

Por lo general, este cangrejo araña japonés es de color naranja, y se le pueden vislumbrar unos  puntos blancos a lo largo de cada una de sus largas extremidades.

Una característica muy particular del cangrejo araña japonés, es la cripsis; este es un fenómeno que presentan ciertos organismos para pasar inadvertidos a los sentidos de otros animales, que pueden ser tanto su presa, como su depredador; esto tiene que ver con el camuflaje, que se podría tomar como un mecanismo de defensa del animal.

En el cangrejo araña japonés, este consiste en adherirse restos que se va encontrando en el mar, a su propio cuerpo, para que estos le ayuden a camuflarse; estas adaptaciones adheridas a su cuerpo pueden pasar con él una gran temporada, hasta que se le caen y él inmediatamente los repone. También si el cangrejo araña japonés cambia de ambiente, este se deshace de su vieja decoración, y comienza nuevamente con la recolección de nuevos restos para adherirse a su cuerpo. Es por ello que en algunas partes le suelen llamar cangrejos enmascarados, o cangrejos decorativos.

Al cangrejo araña japonés  se le califica de fósil viviente, por ser una especie antigua de cangrejo; en la actualidad, esta es la única especie con vida del género Machocheira, aunque existen informes que hablan de la posible existencia de otros especímenes fósiles.

Este animal posee una largas y finas patas que las cubren miles de manchas o puntos blancos, que según algunos investigadores, extendidas pueden llegar a medir de un extremo a otro, tres metros de largo, sobre todo cuando se trata del macho de la especie.

Se ha realizado informes no confirmados ni avalados, que sugieren que ciertos ejemplares expandidos al máximo pueden llegar a medir casi los siete metros de envergadura total, puesto que la anchura  de su cuerpo normalmente mide treinta centímetros, pero se han encontrado especímenes que llegaron a medir incluso los cuarenta centímetros de ancho.

Sus ojos están situados estratégicamente en el frontal, y entre ellos tiene dos cuernos en forma de palo, los cuales suelen ser mucho más largos, cuando se trata de un cangrejo araña japonés joven, pero estos se van atrofiando a medida que el cangrejo va creciendo.

El cangrejo araña japones cuando está joven, presenta pelo y espinas en su concha, las cuales también van perdiendo a medida que se van desarrollando. Aunque estos cangrejos al igual que el cangrejo herradura,  prefieren las aguas profundas del Pacífico y las costas de Japón, para realizar el desove escogen una profundidad de cincuenta metros.

Este animal tiene la cabeza fusionada al tórax, con lo que se foram el cefalotórax, y el abdomen. También posee apéndices bucales articulados formados por los maxilípedos. El cangrejo araña japonés posee unos apéndices especiales denominados pleópodos, con los que puede nadar, y su respiración es de tipo branquial.

Aunque este animal puede nadar muy bien, se desplaza caminando con la ayuda de sus patas. Al igual que todos los cangrejos, este también se despoja de su exoesqueleto, realizando varias mudas a medida que va creciendo.

En el momento en que los cangrejos se despojan de su caparazón, es cuando están más susceptibles a los ataques de rivales, o peor aún, de sus depredadores. Pero también es el momento que utilizan para reproducirse, ya que es cuando está más blando el exoesqueleto de las hembras.

Hábitat del cangrejo araña japonés

Aunque este animal ha sido el protagonista de una infinidad de historias sucedidas en la mitad del globo terráqueo, la mayoría de ellas pertenecen a la nutrida mente fantasiosa de quienes la crearon. Comenzando porque este cangrejo sólo vive en el área pacífica del archipiélago japonés, y entre los ciento cincuenta (150) y ochocientos (800) metros de profundidad.

Lo más cerca de la superficie que puede llegar a ascender, son los cincuenta metros en primavera, y eso es para desovar la hembra. Por esta razón resulta poco probable las historias de marineros y navegantes que suelen hacer sobre el cangrejo araña japonés, que lo único que logran es desprestigiar al animal.

Solo lo pueden pescar utilizando redes de arrastre, y la mayoría de las veces sucede en las bahías de  Sagami, Suruga, y Tosa; y en pocas ocasiones, alrededor de las islas Izu. Este cangrejo es una exquisitez culinaria, por lo que es buscada afanosamente; pero en los últimos años el número de capturas ha disminuido considerablemente, por lo que se han creado iniciativas para protegerlo.

Por ejemplo, en primavera está prohibido pescarlo, porque este es el tiempo de desove; en la localidad de Wakaya está permitida su captura, porque esta es para fines repobladores. Como este animal tiene un buen carácter, se le suele capturar con propósitos ornamentales, y para ser criado en los acuarios. Por eso son exportados a varias partes del mundo para su posterior exhibición.

Alimentación del cangrejo araña japonés 

Aunque muchas personas le temen a este cangrejo por la apariencia que tiene, no solo por su semejanza a la araña, sino también porque le han catalogado de devorador de hombres; este afable animal solo se alimenta de animales muertos, y medusas.

Tiene una alimentación omnívora, que le permite consumir tanto materia vegetal, como animal; e incluso en ocasiones suele actuar como eliminador de animales muertos en los acuarios en donde habita. Así como pueden raspar con sus enormes patas el fondo de las profundidades del océano en busca de plantas y algas marinas, así también pueden forzar la apertura de las conchas de los infortunados moluscos que se encuentre en su camino.

Observa como un grupo de cangrejos araña gigantes devoran a un pulpo en grupo.

Bajo ningún concepto se le puede catalogar de devorador de hombres, porque este animal, al contrario de lo que se especula sobre él, tiene un carácter afable y  dócil; son las especulaciones del hombre las que han incrementado el temor que sienten algunas personas por este animal, pero más que todo es por su apariencia, y sobre todo por el intimidante tamaño de sus patas, lo que hace creer que un ser humano puede ser despedazado por sus tenazas y devorado por sus fauces.

Pero las personas que han tenido contacto cuerpo a cuerpo con este animal, dan fe, que es un animal más bien un poco tímido que incluso se deja acariciar, y nunca, desde que se ha interactuado con ellos, hasta el día de hoy, han demostrado una conducta agresiva, hacia las personas.

Reproducción de cangrejo araña japonés

Como en el caso del cangrejo violinista, y todos los animales de esta especie, la reproducción sexual de este cangrejo es de tipo ovíparo. Estos animales presentan órganos sexuales pares,  y asumen la posición doblador para la cópula. Esta consiste en que el macho lleva a la hembra encima durante el apareamiento, el cual puede durar cinco y seis hora, pero los cangrejos pueden incluso permanecer en esta posición hasta tres días después.

Son las hembras quienes llevan la puesta adherida a los pleópodos hasta que llega el día en que eclosionan los huevos. Los machos no cuentan con un verdadero órgano copulador, sino que en su lugar tienen un apéndice modificado diseñado para cumplir la misma función que este.

A través de este apéndice el macho se encarga de transferir un espermatóforo a la hembra que lo ha aceptado, para que se puedan crear las nuevas crías.

El desarrollo de las nuevas crías consiste en varios estadios larvales, los cuales inician con el Zoea posee rostral, que es en donde se desarrollan los ojos compuestos, abdomen, pleópodos no desarrollados, el telson y los pereiópodos que son los que utilizan para la natación los cangrejos.

Después de haber realizado varias mudas, las nuevas crías pasan al estadio larval siguiente denominado La larva Megalopa, en donde cambia su estructura general, ya que la espina rostral y  posteriores van a desaparecer, mientras el caparazón de la cría se redondea y los apéndices cefálicos, los periópodos y pleópodos comienzan a asemejarse con los de los cangrejos juveniles.

En esta fase los Megalopa son nadores, y tienen tres pares de maxilípedos diseñados exclusivamente para capturar el alimento. Luego de haber realizado sucesivas mudas de caparazón, es cuando se desarrolla el estado adulto.

Al igual que en otras especies como el cangrejo yeti, este animal atrae a su pareja a través de feromonas, y el apareamiento tiene lugar  justo después de que la hembra ha mudado su caparazón, y continúa estando suave. Las hembras del cangrejo tienen la propiedad de almacenar la esperma por un largo tiempo antes de fertilizarlos. Una vez que se ha fertilizado, las hembra llevan los huevos que ahora reciben el nombre de “huevas”, porque se asemejan a bayas redondas.

Una vez que se ha completado el desarrollo, la hembra libera las larvas recién eclosionadas a ciento cincuenta metros de profundidad, precisamente en la primavera. No se sabe a ciencia cierta por qué ocurre en esta época del año, y a esa profundidad, lo que si es que estas coinciden a menudo con las mareas.

Estas larvas deben encontrar su comida, sin embargo, ellos están provistos de suficiente yema que les permite seguir viviendo de esta por un tiempo. En este período es cuando la especie es más susceptible, por esta razón se han tomado medidas prohibitivas de la pesca de esta especie durante esta temporada.

Luego que los cangrejos llegan a convertirse en especímenes juveniles, deberán continuar con sus continuas mudas de armadura, hasta que por fin lleguen a convertirse en adultos. Este ciclo de mudas de los cangrejos, está coordinados por un proceso hormonal. Este le permite al cuerpo prepararse para la muda, reblandeciéndose el viejo caparazón, y tornándose parcialmente erosionado, una vez que comienzan a asomarse los indicios de una nueva concha o caparazón.

Para este proceso, el cangrejo debe ingerir una buena cantidad de agua para poder expandirse al máximo y agrietar el caparazón, por una línea débil que se encuentra en la parte posterior del mismo. El animal en este momento, debe su cuerpo de su vieja armadura, patas, piezas bucales, pedúnculos, y el revestimiento de ambas parte del aparato digestivo.

Esto representa un arduo trabajo para el cangrejo, que lleva muchas horas realizarlo, y en caso que se llegara a quedar atascado en su viejo caparazón, este morirá sin remedio. No obstante, luego que se ha liberado de su antiguo caparazón, que por cierto recibe el nombre de exuvia, el animal es suave y debilitado, por esta razón, muchas veces se oculta para ponerse a salvo de depredadores, hasta que su nuevo exoesqueleto se haya endurecido nuevamente.

Cuando aún el caparazón está blando, el cangrejo tiene la capacidad de expandirlo un poco más, para que tenga mucho más espacio en su crecimiento futuro.

Algunas historias realmente sorprendentes

Gracias al enorme tamaño de este animal y su apariencia semejante a una horrenda araña, han surgido cientos de supuestas anécdotas de pescadores y navegantes que según ellos tuvieron la desdicha de toparse con uno de estos animales, pero para su buena suerte, pudieron salir con vida del terrorífico encuentro.

El primero de estos ocurrió en el mar de Bering, a mediados del año 2006, cuando Phil Mcgraw, un pescador de centollas, tuvo junto a sus compañeros de trabajo, un encuentro cercano del tercer tipo con un cangrejo araña japones.

Era una fría mañana, como las que están acostumbrados a tener estos hombres rudos del mar, pero con la diferencia que se trataba del último día de recolección de jaulas para volver al hogar, dulce hogar.

Pero de igual forma, así fuera el último, se debía terminar el trabajo, tal y como se haría el primer día de la temporada de pesca. Relata el amigo Phil, que cuando se disponían a retirar la última cesta sus amigos no podían creer lo que venía prendido de la jaula.  En un principio pensaron que se trataba de una buena pesca, por la resistencia que ofrecía la guaya al tratar de sacarla a flote. Luego al ver de lo que se trataba, muchos de los pescadores se quedaron sin aliento.

Según Phil Mcgraw, prendido de la cesta, venía un enorme cangrejo araña japonés, que en un principio confundieron con el preciado animal que les da de comer, pero muy pronto se dieron cuenta, que este estaba devorando las centollas, y se aferraba de tal manera a la jaula, porque le estaban robando su alimento.

Los hombres en aquel momento no sabían como reaccionar ante semejante animal, que los superaba en dos cuerpos de altura. Además tenía una espeluznante tenaza que podría partir en dos a quien quisiera, si se lo proponía.

Lo único que pensaron hacer, para no lastimar, ni salir lastimados ellos, fue tratar de ahuyentar al cangrejo para que los dejara en paz; pero al tratar de  intimidarlo con un remo del barco pesquero, uno de los compañeros, el inmenso cangrejo solo le partió en dos este, como si se tratara de un palillo de dientes.

Todos estaban aterrorizado ante tal demostración de poder, pues si había hecho esto con un rolo de madera maciza de dos pulgadas de espesor, que no podría hacer con el brazo de alguno de los pescadores.

Inmediatamente el inmenso animal se puso en posición de ataque, pues no iba permitir que nadie le robara su alimento, así estuviera en una jaula; por lo que los hombres que estaban al mando de la grúa tuvieron la idea de arrojar nuevamente al mar la jaula con las centollas, para ver si el animal se calmaba.

Y tuvieron mucha razón, porque luego de ver como volvía al mar su alimento, inmediatamente saltó también tras de este, dejando a los hombres con una aterradora experiencia que les acompañaría para el resto de sus vidas.

A pesar que algunos hombres no volvieron a trabajar en el mar por temor a vivir nuevamente algo parecido, Phil Mcgraw en la actualidad continúa viviendo de la pesca; y no volvió a ver nunca más aquel espeluznante animal, que si no hubiese sido porque fue una experiencia grupal, hubiese pensado que habría sido una terrible pesadilla.

Pero cada año, cuando vuelve la temporada de centollas, es inevitable pensar en aquel día en que el cangrejo araña japones, se molestó porque le quisieron robar su alimento.

Reflexión

Esta es una historia muy fantástica, que no tienen ningún tipo de sustento, y como tal se considera entonces irreal. Pero muchas personas desconocen el mal que le pueden causar a una especie por difundir este tipo de mala información.

En la actualidad, las redes sociales, la prensa y la televisión se prestan para crear falsos positivos, que a fin de cuentas lo que hace es alarmar a las personas más incautas y lograr que odien a determinadas especies que no son, y ni siquiera se acercan a lo que ellos pretenden hacer pensar.

Y muchas personas podrían decir que solo se trata de una broma, pero sucede que de esta manera surgen los rumores que luego se hacen verdad, para muchas personas que no se toman el trabajo de investigar. Así se le da una muy mala publicidad a las especies, que son las más desfavorecidas en esta situación, porque después salen los locos a querer acabar con la vida del pobre cangrejo.

En muchas ocasiones estos resultan ser un ardid de los interesados en la pesca y comercialización de estos animales, ya que cuando son sorprendidos, se sienten justificados al decir, que están protegiendo a las personas de un peligroso animal; siendo que los verdaderos animales son ellos.

Como el cangrejo araña japonés es una especie que vive en las profundidades, y que no se tiene mucho conocimiento sobre él, algunas personas han obtenido una permisología especial, para capturarlos, con el fin de estudiar su comportamiento. En otros casos, como es el de un acuario de Gran Bretaña, estos adquirieron un espécimen de cangrejo araña japonés macho, pero ahora quieren obtener la hembra, para ver si pueden reproducirse en cautiverio.

Pese a las restricciones que se han hecho para tratar de conservar esta especie, se continúa produciendo la pesca furtiva no solo del cangrejo, sino también de sus huevos; cosa que resulta super peligrosa para la especie, porque ni siquiera les permiten crecer y desarrollarse.

Como el cangrejo araña japonés resulta ser una exquisita carne para el arte culinario asiático, resulta ser más apetecible aún su captura, dado los beneficios que le aporta la comercialización del pobre animal.

¿Qué pensaran hacer cuando ya no exista el cangrejo araña japonés?, quizás se den cuenta que habían otras especies que también sirven de alimento. ¿Y por qué son incapaces de notarlo en este momento?, muy sencillo, porque los otros alimentos no son tan costosos como este, lo que no piensan ni por un momento, que si continúan con esta mentalidad, llegaría el día en que tendrán que comer papel moneda, porque ya habrán acabado con todas las especies.

Ya es tiempo de tomar conciencia, porque mientras haya compradores de estas especie, habrá personas inescrupulosas que continúen vaciando las aguas, y persiguiéndolas hasta acabar con ellas.

No debe dejarse llevar por lo que dicen los medios sobre los supuestos ataques, y perjuicios para el ser humano, porque tan solo son estrategias de venta y publicidad.

En este video se puede observar, como una chica que bucea en un acuario, interactúa con los cangrejos sin correr el menor riesgo o peligro posible.

Lo que sucede, como ya lo mencionamos anteriormente, es que las personas se encargan de hacer ese tipo de publicidad, algunos por idiotas que no tienen oficio, y otros porque precisamente esa es su ocupación,  poner a las personas a la defensiva, para que detesten a las especies que ellos necesitan comercializar.

O son los animales que necesitan llevar a sus acuarios, para que tengan más visitas, y así ganar mucho dinero

Aunque lo mejor es que los cangrejos vivan en libertad, en su hábitat natural, es mejor verlos en un acuario en donde están bien atendidos, antes que verlos en una mesa, esperando por un comensal, que muchas veces desconoce cuál es la procedencia del animal, y el terror que tuvo que vivir para estar en su plato.

Los cangrejos no son seres humanos, pero son seres vivos, que merecen que se les respete su espacio, su derecho a una reproducción cuando ellos lo decidan, y sobre todo, que se les respete la vida

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